Companys...
Sí, amigos! Tuve la oportunidad de vivir una boda Húngara, gracias a SyT, unos amigos que nos invitaron, y la verdad es que dio, y para mucho. Fue una boda inolvidable, bella, encantadora, dulce, entrañable, y todo éso en un país que me sorprendió, por bonito y por su gente. Visit Hungary!!!
Pero como este es un blog de coñas marrinerras, vayamos a los momentos risibles. El primero fue el transporte de los trajes. Salimos en vuelo chárter fletado (de dónde vendrá fletar? de flotar no creo, de flatulencia? noo, tampoco. De fleil? no, el novio no es chino... No sé de dónde viene, pero me suena a pedo, mejor decir que lo puso el novio, no?) por el novio. Éramos casi 80 personas (por llamarnos genéricamente de alguna manera) con unas ganas de farra que asustaban, la verdad. Sólo teníamos que hacer una cosa: Llevar el vestido del novio, que como todo lo relacionado con hombre, no ocupa mucho ni pesa, y el traje de la novia, que como todo lo relacionado con mujer, ocupaba como un Hummer y pesaba más que Shrek después de una comilona copiosa. Pues bien, para pasar el traje por el detector (que no cabía, por supuesto) tuvimos que avisar a los de seguridad, guardia civil, GOE y similares para controlar que no llevásemos a 7 niños de contrabando, y bajo amenaza de castración definitiva en caso de arruga.
Una vez llegamos a Budapest, más de lo mismo: Algo que declarar? Pues sí agente, declaro que estoy con unas agujetas inhumanas de llevar el traje de novia sin que toque el suelo, puesto que pesa como un muerto. Gracias, puede continuar.
De allí fuimos hasta el Danubio, dónde se nos obsequió con una cena-crucero por el Danubio. Debo reconocer que en ésa cena me reí como hacía mucho que no lo hacía, puesto que entre que compartimos mantel con una premio nobel de litaratura, y que una mujer, que llamaremos P por no decir su nombre, que por cierto a mi trun y a mí nos cae de cine, resulta que si fuera a hacer monólogos sería el nuevo Buenafuente.
Primero la cena, qué decir de esos platos Magyares que, si bien están buenísimos, la pena es que el inglés de los camareros no era el deseado, y por tanto, debías adivinar qué comías, o mejor no. Durante la cena, la Nobel nos dejó maravillados con frases del calado intelectual de "las terrazas, si no están fuera, pierden un poco", "cuando lleguemos a Hungría veréis qué calor hace" ó (ante el mareo de Marta) "no estás mareada, es el barco que se mueve", vale House, si tú lo dices...
Pero lo mejor fue P, que disertó primero acerca de las maravillas de viajar, y nos dejó una gran frase para la posteridad "prefiero morir bailando al sol que mojada del orbayo de mierda de Oviedo", para luego contar lo que va a continuación:
(Delante de uno de sus dos hijos) - A mí las embarazadas me dan aaaasco, puaj! Que mierda es ésa de llevar la panza hinchada, dios, que repugnancia, y es que llevas un fetito!!! Estás hinchada, gorrrda como un cepo, y además, las muy guarras, si es verano, encima enseñan la panza!!!! Aaaagh, asquerosas!! pero que enseñas, gocha!!! no ves que es asqueroso? Que vas a explotar!! guarda éso, cerda! Y encima, lo peor es que los fetitos acaban por salir! A mí los míos salieron gorrrdos. El primero, 4,5 kg, la criatura, lo tuvieron que sacar con fórcex, así que entre peludo y gordo, y con la cabeza de pepino, cuando me lo enseñaron dije: Está sano? Bien, pues apárcalo ahí. Y el segundo, 4 kg, pero va el fetito y decide salir de culo, así que este que era guapo y no tan peludo, tenía el culo destrozado.
Luego nos llevaron al hotel, y a dormir, porque el sábado era día de boda, y vaya boda!!! Por la mañana, tiempo libre para conocer el pueblo de Gödöllö (Gudulú), dónde se ubica el Palacio de Sisí Emperatriz, lugar del enlace. A las 4, boda, y a partir de ahí, fiestón hasta el infinito.
Pero os lo contaré después de la publicidad.
domingo, 15 de junio de 2008
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1 comentario:
collons nen.
no se't pot deixar espai per escriure .
Veig que juny noha estat productiu però ara ja estem a juliol que tradicionalment ho es menys.
Idòa a cascar-la
Valvi
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