miércoles, 2 de septiembre de 2015

El Cambio de armario

Hola, amiguitos. Se acerca el fin del verano, y con él, una actividad que puede terminar con la relación más sólida de pareja: El cambio de armario. El día que menos te lo esperas, normalmente un festivo, tu pareja se te acerca y te dice: "Cariño, tenemos que cambiar el armario". Qué pasa, se ha roto? No, imbécil, me refiero a cambiar la ropa de verano por la de invierno. Tu cerebro, en toda su sabiduría y echando mano de la memoria selectiva, borró cualquier recuerdo de la última vez, por traumática. La miras rara, y por no llevar la contraria te acercas al armario, compartido democrática e igualitariamente por ambos, esto es, un 80% para ella y el 20% restante para ti y para cosas "de los dos". Hay que joderse. Vas decidido a tu 20% de armario y ves que sólo debes poner las bermudas y alguna camisa de manga corta en el fondo, arrugadito, que cabe más, abrir el cajón de los jerseis, ver que están, y volver a los 5 minutos al sofá con un sonoro y complaciente "Ya estooooy". Ella pasa las próximas 3 horas metida en la habitación, recreando a escala los Alpes con sus montañas de ropa, sacando de los altillos fardos de ropa, guardando toda la ropa de verano ordenada y exquisitamente doblado (Sí, TODO), y a las 3 horas te llama y te dice: "No tengo nada que ponerme". Cuando recuperas el aliento de la risa, señalas los 654 kg de ropa amontonada en la cama y dices: Y esto? Ella, melodramáticamente te dice: Esto es viejo, esto no me cabe, esto está roto... Joder...HABERLO TIRADO, no? Mientras huyes del primero de los lanzamientos de zapato que vas a tener que esquivar te das cuenta que de su 80% de armario todavía hay un 50% ocupado. Muy serio le dices: Al menos esto sí que te sirve, no? A lo que ella te responde que es ropa "De entretiempo". Te escaqueas un rato para ver en Google qué cojones significa esa palabra demoníaca, y en resumen os diré que es una ropa que en verano no te la pones porque te da calor y en invierno tampoco porque te da frío. Vamos, que no sirve ni para tomar por culo, pero ahí está, todo el puto año en el armario, como el borrachuzo que siempre está en el bar. Y pobre de ti que cuestiones su utilidad, porque te cae otro zapatazo. Al final, de todo lo que no le sirve se queda el 80%, porque esto igual se pone de moda otra vez, esto sólo me lo puse dos veces, esta me da pena porque le tengo cariño (¿WTF?)... Así que se lanza a la calle y compra otra cantidad ingente de ropa, y al final, evidentemente, el que tienes que hacer espacio en el armario eres tú, porque, total, "siempre te pones lo mismo". Me cago en la leche, en la moda y en la madre que la parió, que debe ser mi suegra. Al día siguiente ves que parte de tu ropa ha desaparecido. La explicación oficial: "Te he tirado unas cosas porque están muy viejas, y no puedes ir así por el mundo, vagabundo!" La explicación real: Ese hueco ha sido ocupado para poner su ropa, así que reza para que no se te manchen los únicos vaqueros que te quedan o irás a trabajar monísima de la muerte con un traje-chaqueta con falda de tubo y palabra de honor. Un drama. La cosa suele acabar mal, contigo durmiendo en el salón y tu ropa en el balcón, porque ahora tu 20% del armario es extra-muros. Para olvidar bebes un poco, la cosa se desmadra y acabas teniendo sexo con el hámster de la clase del niño, al que le había tocado cuidar ese fin de semana, y lo preñas. La profesora se da cuenta y te denuncia, y aunque al final llegas a un acuerdo con el colegio y los animalistas, y debes darle tu apellido a la camada y pasarles una pensión para el agua y el pienso. Así que si queréis evitar un drama familiar, os recomiendo que la próxima vez que os digan que hay cambio de armario, cojáis vuestra ropa y directamente la tiréis por el balcón, os vayáis de casa a pasear con los perros y procurad que el hámster no esté en casa. Además, no nos engañemos, estaréis más cerca de un aumento de sueldo con el vestido monísimo de entretiempo de vuestra pareja que sólo se ha puesto un par de veces, pero que no tira por si se vuelve a poner de moda y que tanto cariño le tiene.